MI ESFERA DE CRISTAL
Junto a mi cama, alumbrada por la bombilla amarilla de la lámpara vieja, había una esfera de cristal; de esas que tienen toda una ciudad dentro, con nieve que se ve caer cuando le das vuelta…
Yo, acostumbraba sentarme largo rato a contemplar las pequeñas casas que ahí dentro, fijándome en los detalles. En los techos de rojas tejas y en los bosques de pinos que circundaban mi ciudad.
- Viajaré…! Viajaré muy lejos algún día, le dije a mi madre, quien volteando a verme con ternura, respondió muy bajito… - sí mi pequeño… así será.
- Pero… mamá… quiero que ahí… donde vaya, haya también junto a mi cama una esfera como esta, dónde pueda verte a ti, a mi casa, y el árbol GRANDE de el parque de aquí a la vuelta… - Ay mi pequeño… que cosas se te ocurren. Ya es tarde, deja eso y deja que te arrope dijo aún con más ternura y tocando mis cabellos.
El tiempo pasó sin que lo viera. Yo entré a la escuela y después a estudiar psicología en la universidad. Nos mudamos una y otra vez y yo, aún en algunas extrañas noches pensaba en mi esfera de cristal con nieve y tejas rojas y en el viaje que había quedado pospuesto…
Un día, por coincidencias y extrañas cosas del destino tuve que salir de viaje, en mi corazón, se juntaron tantas y tantas cosas. Ya no era sólo mi madre la que esperaría, ya no tenía yo 6 años, pero ahí estaba, dejándome ir más allá de mis fronteras, de los muros seguros de mi pequeña ciudad y de los brazos cálidos que me sujetaban…
- -No es difícil volver… sólo tienes que seguir tus pies y dejar que te lleven al final de un camino y al principio de otro hasta que se detengan….
Tengo tanto amor suspendido en las gotas de la extraña llovizna que me conoce, tantos abrazos prestos tanta nostalgia… siempre fui yo quien le dijo a los demás que los sueños no se cumplen si no soplas velas y rompes reglas, si no das más de lo que tienes, si no estas dispuesto a arriesgar más que tiempo y espacio por lo que quieres… más allá de tu entendimiento…
Siempre estaré aquí, en una esfera de cristal. Con lluvia y con jardines, con un lago y con altos cerros blancos, con miradas y con abrazos, con una promesa irrompible de seguir siendo yo…
Walter
14 de enero de 2009