"ARRIESGAR"
Una de nuestras más grandes virtudes es la "prudencia"; siempre preferimos esperar a que las cosas se sucedan, y a la larga nos favorezcan. De lo contrario, si nos va mal, es culpa de la burocracia, del mal tiempo, o de un desequilibrio astral; pero nunca de nosotros y de nuestra falta de voluntad.
El riesgo es para los deportistas extremos, para los muy valientes o para los muy lunáticos; pero no para gente común y corriente como nosotros... vivimos esperando ganar una lotería que jamás compramos, encontrar lo que no buscamos y amar a quien no conocemos.
Estamos tranquilos, sin responsabilidades grandes, sin ideologías complicadas, sin grandes sueños, sin ideas locas, sin religiones asfixiantes, sin alguien que nos discuta o nos reclame "nuestro" modo de vida en libertad; es decir sin creer, sin confiar y sin amar.
Estamos preparados para cualquier ataque. Para nosotros, los milagros son fenómenos físicos o reacciones químicas 100% explicables para la ciencia: "hubiera sucedido de cualquier forma" y nadie tiene derecho a discutir nuestra postura "nadie se puede entrometer" en nuestro modus vivendus por más y sin sentido que "parezca".
Pero este no tocó la puerta, entró de puntillas, sacudió el polvo y abrió las ventanas, se sentó a nuestro lado a hacernos la compañía que nonos hace falta, miró de frente a nuestros ojos para saber todo aquello que nunca decimos y que a "nadie le importa, mas que a nosotros".
Nos dijo que ¡no teníamos la razón! En esto, y en aquello, volteó nuestro mundo de cabeza, y dijo que así estaba mejor y más habitable... (¿?). Habló de sus sueños, de su vida, de lo que quiere, de lo que espera y de lo hace, sin terminar nuca la historia, pues luego, volverá, a seguir importunando con asuntos ilusorios, con miradas furtivas y con creencias imposibles..
Volverá cada vez, pues sabe que se le espera, siempre con su sonrisa y su mirada; y empezaremos a confiar sin decírselo, y a arriesgarnos "sin querer", le prestaremos más atención a nuestros sueños, sonreiremos por estar vivos y por fin! habernos dado cuenta; rompiendo nuestras reglas de libertad
Esa "incomodidad, hoy es necesaria" y aunque nos cueste pensarlo y mucho más decirlo: ese nudo en la garganta, el rubor en las mejillas, el calor de nuestras manos y la luz de la mirada, no tiene más teoría ni más explicación que aquello que algunos se atreven a llamar amor...
............................................................................................Walter
El riesgo es para los deportistas extremos, para los muy valientes o para los muy lunáticos; pero no para gente común y corriente como nosotros... vivimos esperando ganar una lotería que jamás compramos, encontrar lo que no buscamos y amar a quien no conocemos.
Estamos tranquilos, sin responsabilidades grandes, sin ideologías complicadas, sin grandes sueños, sin ideas locas, sin religiones asfixiantes, sin alguien que nos discuta o nos reclame "nuestro" modo de vida en libertad; es decir sin creer, sin confiar y sin amar.
Estamos preparados para cualquier ataque. Para nosotros, los milagros son fenómenos físicos o reacciones químicas 100% explicables para la ciencia: "hubiera sucedido de cualquier forma" y nadie tiene derecho a discutir nuestra postura "nadie se puede entrometer" en nuestro modus vivendus por más y sin sentido que "parezca".
Pero este no tocó la puerta, entró de puntillas, sacudió el polvo y abrió las ventanas, se sentó a nuestro lado a hacernos la compañía que nonos hace falta, miró de frente a nuestros ojos para saber todo aquello que nunca decimos y que a "nadie le importa, mas que a nosotros".
Nos dijo que ¡no teníamos la razón! En esto, y en aquello, volteó nuestro mundo de cabeza, y dijo que así estaba mejor y más habitable... (¿?). Habló de sus sueños, de su vida, de lo que quiere, de lo que espera y de lo hace, sin terminar nuca la historia, pues luego, volverá, a seguir importunando con asuntos ilusorios, con miradas furtivas y con creencias imposibles..
Volverá cada vez, pues sabe que se le espera, siempre con su sonrisa y su mirada; y empezaremos a confiar sin decírselo, y a arriesgarnos "sin querer", le prestaremos más atención a nuestros sueños, sonreiremos por estar vivos y por fin! habernos dado cuenta; rompiendo nuestras reglas de libertad
Esa "incomodidad, hoy es necesaria" y aunque nos cueste pensarlo y mucho más decirlo: ese nudo en la garganta, el rubor en las mejillas, el calor de nuestras manos y la luz de la mirada, no tiene más teoría ni más explicación que aquello que algunos se atreven a llamar amor...
............................................................................................Walter
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Andrea -